La Comunidad Educativa del Centro Educacional Horacio Aravena Andaur de la Comuna de San Joaquín se encuentra consternada y conmovida por el asesinato de María Esperanza Alcaino Navarro (13 años), estudiante de 6°año Básico de nuestra escuela, pese a lo anterior pretendemos entregar a la opinión pública algunos elementos de juicio, que permitan tener una perspectiva de los hechos y el posible accionar de conjunto de nuestra comunidad.
Como primer elemento quisiéramos referirnos a los hechos ocurridos la tarde del 7 noviembre a escasas cuadras de nuestro establecimiento educacional. Alrededor de las 16:15 hrs. María Esperanza Alcaino Navarro fue apuñalada en dos ocasiones en el sector del corazón escapando de una vivienda ubicada en pasaje Pintor Murillo entre Ureta Cox y San Nicolás. Estaría huyendo de un ataque que sufría en esa morada. Al salir de la vivienda se desploma. Vecinos llaman a carabineros, bomberos y ambulancia, quienes intentan reanimar a María, esfuerzos que se habrían prolongado hasta su llegada al hospital Barros Luco, donde fallece.
María Esperanza se había integrado en marzo del presente año a nuestro establecimiento educacional proveniente de la vecina escuela Rainbow. Se adapta rápidamente pese a ser una niña de bajo perfil, era muy activa en distintos quehaceres y prácticas. Estudiante destacada académicamente en su curso, de buen trato con sus pares y adultos del establecimiento, deportista, apasionada por el Basquetbol, lo que la llevaba a quedarse luego de clases a practicar con algunos de sus compañeros perfeccionando su práctica y fortaleciendo su amistad. Con habilidades artísticas que la hacían sorprender con sus dibujos, soñaba con estudiar psicología y así lograr apoyar a su gente. Con una familia presente y preocupada, aunque con poco tiempo debido a las condiciones laborales que viven muchas de las familias que acuden a nuestra escuela. Nuestra comunidad entiende que estos hechos no son de ninguna manera casuales y obedecen a múltiples factores, relevamos la indefensión en que se encuentran nuestras estudiantes, familias y la propia escuela.
Así también entendemos que la violencia, el machismo, la discriminación y el poder patriarcal han sido germen de este horrible crimen contra una persona en su condición de mujer y menor de edad. Nos preguntamos acerca de qué moviliza a alguien a realizar un ataque a una menor. -sin duda creer que se tiene un poder y control del otro, germen de la carencia de empatía, el no reconocimiento de la diferencia y por tanto del reconocimiento de la individualidad y persona que fue María Esperanza, estas actitudes también están detrás de los malos tratos a las personas, prepotencias y vulneraciones de todo tipo de derechos.
El sufrimiento y dolor hoy nos ponen en jaque, sin embargo, entendemos que el crimen de María Esperanza no puede ser en vano. Llamamos a movilizar a nuestra comunidad educativa y a todas y todos quienes se sensibilizan con un hecho tan horrible. Apoyando y acompañando en primer término a la Familia en la escuela y parroquia. Pedimos estar atentos a la forma en que desarrollamos la convivencia en los espacios comunes para no dejar que la impunidad y la violencia hacia las mujeres dejen en el anonimato el nombre y la historia de María Esperanza.
Nuestra comunidad reafirma su compromiso por la justicia, con el buen trato, por la integración de todos como personas, el desarrollo cada uno y el conjunto. María desde tu escuela decimos “eres nuestra esperanza de un futuro mejor para todos y construido colectivamente”.