
San Joaquín, 13 de diciembre de 2025.- Hace 24 años nació esta radiodifusora. ¿Cómo llegamos hasta aquí? A veces parece que hubiera sido ayer cuando, con puro entusiasmo, conectábamos un deck de doble casete y un lector de compact disc. Así comenzamos: movidos por la pasión, aunque con escasos conocimientos técnicos.
Al poco andar apareció nuestro primer computador: un Pentium con el recordado sistema Windows 98, el inseparable Winamp (que aún usamos), un reproductor BPM Studio, micrófonos dinámicos de mediana calidad y una mezcladora Behringer Eurorack. Aquello nos convirtió en autodidactas, experimentando y aprendiendo a ser radiocontroladores sobre la marcha.
Los primeros meses fueron turbulentos. Éramos muchos, con ideas e intereses distintos, pero compartíamos un entusiasmo que, como suele ocurrir en toda organización humana, con el tiempo fue disminuyendo. Y así, poco a poco, fuimos quedando quienes soñábamos una radio diferente, una que no fuera solo un intento de imitar a las emisoras de moda de aquellos años.
Hoy, mirando atrás, resulta emocionante comprobar que, pese a todas las dificultades que implica hacer radio comunitaria en Chile, hemos llegado a las puertas de nuestro primer cuarto de siglo. Y no estamos solos: muchas radios hermanas, a lo largo y ancho del país, también han logrado mantenerse en pie. Son el reflejo de la porfía y la convicción de hombres y mujeres decididos a levantar antenas y hacer oír la voz de sus comunidades.
Porque transmitir es casi un mantra. Esa fuerza invisible que nos mueve a poner nuestra señal al aire, sabiendo que siempre hay alguien escuchando. Y en nuestro caso, contamos con una audiencia fiel, que —como solemos decir— nos prefiere por sobre otras emisoras, incluso aquellas con rostros conocidos, grandes presupuestos y equipos de producción profesionales.
Nos prefieren porque, desde la nada y muchas veces sin grandes conocimientos, hemos sido capaces de entregar a nuestras comunidades un medio propio. Porque, aunque nosotros administremos la radio, la audiencia sabe que este medio también les pertenece, con todas nuestras pequeñas virtudes y toneladas de defectos, pero con una autenticidad que no se negocia. Y al final, eso es lo que más valora nuestra gente.
Y si alguien pregunta qué es lo que nos mueve, basta recordar lo que vivimos hace unos días: el jueves 10 de diciembre llegó hasta nuestro estudio una modesta mujer, con el brazo quebrado, pidiendo desesperadamente ayuda. Cuando todas las puertas se le habían cerrado, ella llegó aquí. Pasamos su aviso al aire y al día siguiente volvió con los papeles del Hospital Barros Luco que acreditaban la gravedad de su lesión. Su mirada mostraba frustración —según nos contó, hasta su propia familia le había dado la espalda—, pero también fe, esa fe sencilla con la que los más humildes depositan su esperanza en Dios y en la solidaridad de los demás.
La invitamos a pasar al estudio, le pedimos que contara su historia, y su voz —tan frágil como sincera— conmovió a varios auditores, que no dudaron en depositarle ayuda en su cuenta RUT. En ese momento recordamos una vez más que muchos de nuestros auditores viven en soledad, y encuentran en esta emisora a alguien que los escucha. Son, como diría Galeano, los “nadies”… y precisamente ellos son los que nos mueven.
Cada programa que hacemos busca fomentar la participación, la cultura y la entretención. Nos encantaría ofrecer más, ampliar nuestra programación, pero hacemos todo lo que está a nuestro alcance, con los recursos que tenemos y el compromiso que nunca nos falta.
Hoy vivimos tiempos inciertos para la radiodifusión comunitaria. dos proyectos de ley: uno impulsados desde las propias radios locales, con apoyo transversal de parlamentarios —desde la UDI hasta el PC—, y otros, más confusos, como el recientemente ingresado al Congreso por este gobierno, que propone crear una red de radios públicas lideradas por… el quebrado canal TVN.
En este aniversario, queremos reconocer y agradecer a todos y cada uno de los radialistas que han pasado por estos micrófonos. Pero, sobre todo, a ustedes, nuestra audiencia, que durante 24 años han hecho de Radio San Joaquín su compañía diaria. También extendemos nuestro agradecimiento a la Municipalidad de San Joaquín, que desde el comienzo ha respaldado este proyecto ciudadano.
Jaime Oyaneder Ramírez











