San Joaquín 18 de Marzo (RSJ) .- En una emotiva ceremonia llevada a cabo en la Parroquia San Cayetano, se conmemoró el cuarto aniversario del fallecimiento del querido Padre Mariano Puga. El evento contó con la presencia destacada del Arzobispo de Santiago, Fernando Chomalí, quien lideró la ceremonia junto al alcalde Cristóbal Labra Bassa.
Durante la ceremonia, el Arzobispo Chomalí, el alcalde Labra Bassa y la concejala Montserrat Muñoz descubrieron solemnemente una placa conmemorativa que lleva el nombre del Padre Puga, honrando así su legado y contribución a la comunidad. Esta placa, ubicada en la dirección que lleva su nombre desde hace unos años, servirá como un recordatorio perdurable de su dedicación y servicio desinteresado a los más necesitados.
Mariano Puga, nacido el 10 de septiembre de 1938 en Santiago, Chile, fue un destacado sacerdote y activista social chileno. Se caracterizó por su incansable labor en favor de los más desfavorecidos y su compromiso con la justicia social. Durante su vida, dedicó su tiempo y energía a trabajar por los derechos humanos y la dignidad de los más vulnerables, dejando un legado perdurable que continúa inspirando a generaciones futuras. A lo largo de los años, sus acciones y enseñanzas han dejado una profunda huella en la comunidad chilena y más allá de sus fronteras. Su memoria sigue viva en el corazón de quienes tuvieron el privilegio de conocerlo y en aquellos cuyas vidas fueron tocadas por su generosidad y compasión.
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