El líder mapuche Facundo Jones Huala fue condenado este viernes por la Justicia chilena a nueve años de prisión por el incendio de una vivienda y la tenencia ilegal de armas, aunque cumplirá cinco años y siete meses porque se le computó el tiempo que ya estuvo preso.
El Tribunal Penal Oral de Valdivia sentenció a Jones Huala a seis años de prisión por el incendio de una propiedad en la región rural de Los Ríos, y a tres años y un día por la portación de armamento casero, delitos cometidos en enero de 2013
AHORA: TOP de #Valdivia condena a 6 años y 3 años y un día de pena efectiva a Facundo Jones Huala por los delitos de incendio y porte ilegal de arma de fuego. Ilícitos perpetrados en enero de 2013 en el fundo Pisu Pisué, en Río Bueno. pic.twitter.com/l0yIgnjBIn
— Poder Judicial Chile (@PJudicialChile) 21 de diciembre de 2018
Si bien las dos sentencias juntas superan los nueve años, la justicia de Chile contabilizó los 1.178 días que el ‘lonko’, como se denomina en lengua nativa al dirigente de la comunidad mapuche, permaneció preso en ese país y en la Argentina. Por esa razón, el cumplimiento efectivo de la pena será de cinco años y siete meses.
Los jueces determinaron por unanimidad que las pruebas reunidas por la fiscalía —respaldadas por dos demandantes— confirmaron la participación del fundador de la Resistencia Ancestral Mapuche (RAM) en los mencionados delitos.
Sin embargo, ninguna de las seis víctimas de la familia Riquelme, que habitaba la vivienda incendiada, pudo reconocer, durante el proceso judicial, a Jonas Huala. Solo dieron testimonio de las vestimentas, capuchas y armas utilizadas en el ataque, incautadas luego en un domicilio que frecuentaba el acusado.
Andrea Millañanco, pareja de Jones Huala, señaló al concluir la audiencia que la Justicia chilena “ha sido corrompida por el poder político”.
“Hoy, una vez más, la justicia chilena ha demostrado que para el pueblo mapuche no tiene ninguna concesión. Hoy somos parte de un montaje”, dijo Millanco en declaraciones publicadas por el portal Río Negro.
“Lo único que están generando es muerte y cárcel para nuestro pueblo, que se levanta para reclamar lo que le pertenece”, concluyó.
Primeros habitantes de Chile y parte de Argentina, los mapuches (gente de tierra en su lengua nativa) suman unos 700.000 en suelo chileno, entre unos 17 millones de habitantes del país suramericano.