El Gobierno de Chile no suscribirá el Pacto Mundial para la Migración que fomenta la Organización de Naciones Unidas (ONU), y se suma así a otros países como Estados Unidos e Israel, quienes no apoyarán el documento que será validado por más de 180 países en la cumbre de Marrakech, Marruecos, esta semana.
El Gobierno sostiene que en el acuerdo de la ONU “no se aprecia diferencia entre migración regular e irregular” y cuestionó la idea de que la inmigración sea un derecho humano, detalla el diario El Mercurio.
La iniciativa global, precisamente busca proteger los derechos humanos de quienes cruzan las fronteras para tener una mejor calidad de vida.
“Nuestra posición es clara. Nosotros decimos que la migración no es un derecho humano. El derecho lo tienen los países de definir las condiciones de ingreso de los ciudadanos extranjeros”, indicó el subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla, agregando que “si fuera un derecho humano, entonces estamos en un mundo sin fronteras. Creemos firmemente en los derechos humanos de los migrantes, pero no que migrar sea un derecho humano”.
Para La Moneda, “permitir el cambio de estatus migratorio dentro del país de destino incentiva la irregularidad y atenta contra la seguridad migratoria”.
Pese a que el acuerdo no es vinculante y no pasa a llevar la soberanía de los Estados, Chile se incorpora de esta forma a los países que lo rechazan, como son Estados Unidos, Austria, Hungría, Polonia, Estonia, Bulgaria, República Checa, Israel, Australia y República Dominicana.
La Alta Comisionada para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, citada por el matutino, ha expresado que se declara “muy decepcionada” por la postura de los países que se han marginado, asegurando que esto se debe a que “muchos líderes, en lugar de dirigir y dar ejemplo prefieren mirar las encuestas para ver si la gente teme a la inmigración”.